Los animales y la Biblia
Por Carlos Samuel Mansilla
Los animales tienen el visto bueno de Dios
Los animales fueron creados por Dios y
tuvieron su visto bueno: “Dios vio que era bueno” (Génesis 1:25). Los animales
tuvieron la aprobación de Dios. Dios dijo: Esto merece aprobación y me produce
gozo.
Antes que el hombre, los animales ya estaban
Podemos leer en la Biblia que los animales
que habitan en las aguas y los que habitan en los cielos fueron creados el
quinto día (Génesis 1:20-23), antes que el ser humano. Incluso los animales terrestres,
que fueron creados en el mismo día que el ser humano, fueron creados antes que
el hombre (Génesis 1:24-25). Es decir, los animales nos ganaron de mano, se
anticiparon y tienen más días de vida en esta tierra.
Creados para la convivencia
Dios creó todo con gran sabiduría y
amor, para que el ser humano pudiese compartir con las plantas y los animales
un “hábitat creado a medida” para la convivencia. Dios nos creó para que
nosotros convivamos con los animales y con todo ser creado. De la misma manera,
el profeta Isaías también expresa que Dios va a crear “cielos nuevos y tierra
nueva”, allí, el lobo y el cordero estarán comiendo juntos y nadie afligirá a
nadie (Isaías 65:25). Ref: Isaías 11:6-9.
En definitiva, el diseño original que Dios
había pensado para esta tierra será restaurado nuevamente.
Romanos 8:19-23
19 Porque el anhelo
ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino
por causa del que la sujetó en esperanza; 21 porque también la creación misma
será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los
hijos de Dios. 22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está
con dolores de parto hasta ahora; 23 y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que
tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros
mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
Conviviremos con los animales de acuerdo
al diseño creacional de convivencia. Recordemos que Dios mismo dijo que era
bueno.
Dios se revela en la creación
De su voluntad todo fue creado y por esto:
“Dios es digno de recibir toda la gloria”. Dios es el diseñador creativo y
artista por excelencia y todos los animales terrestres, del cielo y del mar declaran
que Dios los ha creado. Leamos:
Apocalipsis 4:11
Señor, digno eres
de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas,
y por tu voluntad existen y fueron creadas.
Job 12:7-10
7 Y en efecto,
pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; A las aves de los cielos, y
ellas te lo mostrarán; 8 O habla a la tierra, y ella te enseñará; Los peces del
mar te lo declararán también. 9 ¿Qué cosa de todas estas no entiende Que la
mano de Jehová la hizo? 10 En su mano está el alma de todo viviente, Y el
hálito de todo el género humano.
Dice la Palabra de Dios que los cielos
proclaman su gloria y que el firmamento nos muestra que clase de artista es
Dios (Salmos 19:1). Todo el poder de Dios y su origen divino se ve claramente
por medio de lo que Él creó (Romanos 1:20).
No hay Biblia sin la convivencia con los animales
Los animales a lo largo de la Biblia están
presentes. Son salvados en el arca que Dios les mandó construir a Noé (Génesis
7). Vemos profetas que están involucrados con animales de manera extrema como
Jonás y el pez (Jonás 1:17), como Balaam y el asna que le habló (Números
22:21-23), o Eliseo con los osos que matan a los muchachos que se habían burlado
diciéndole calvo (2 Reyes 2:23-24). David convivía con ovejas, osos y leones
(1º Samuel 17:34). Sansón mató a un león y también entran en escena las abejas en
la famosa historia del acertijo (Jueces 14:5-9). Jesús mismo dijo: “He aquí, yo
os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes,
y sencillos como palomas” (Mateo 10:16).
En la Biblia podemos ver cuervos, palomas,
liebres y conejos, búfalos, gacelas, perros, peces, etcétera, etcétera.
Jesús y los animales
Jesús también hacía referencia a los
animales y en muchas de sus conversaciones los animales han estado presentes
(Lucas 9:58, Mateo 15:26-27). En sus parábolas (Lucas 10:34, 15:1-7), en sus
altercados (Juan 2:14-16, Marcos 1:13, Lucas 13:32), en sus enseñanzas (Lucas
15:15-16, Mateo 13:4, 32), en sus comparaciones (Mateo 7:6), en momentos
cruciales (Marcos 11:1-10, Juan 12:15, Mateo 21:2, 5, 7, Mateo 8:30-32), etcétera.
Jesús ha mencionado a los animales y en muchos de los casos para dejarnos
claros ejemplos esenciales de la vida cristiana. Leamos:
Mateo 6:25-26
25 Por tanto os
digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de
beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el
alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más
que ellas?
Aquí vemos no sólo que Dios se preocupa
por suplir las necesidades de las aves, por lo cual se confirma que Dios cuida
de la creación y los animales, sino que las pone de ejemplo para que nosotros
como las aves dejemos en las manos de Dios nuestras vidas. Aquí vemos a los
pájaros como modelos de confianza ante la provisión de Dios. Jesús nos dice que
debemos ser como esos pájaros que entienden que Dios los cuida, por esto, ¿cuánto
más nosotros?
El cuidado de Dios y del justo por los animales
Dios cuida de los animales que creó. Dios
hizo los arroyos para que los animales puedan beber y mitigar su sed (Salmos
104:11), produjo heno para que puedan comer (Salmos 104:14). Dios hizo animales
grandes y pequeños (Salmos 104:25) y a todos ellos Dios los alimenta a su
tiempo (Salmos 104:27). La misma compasión de Dios se extendió hacia loa
animales de Nínive (Jonás 4:11) y Él mismo tienen en cuenta hasta el más mínimo
pajarito (Mateo 10:29). Todos los animales son de Dios y los conoce (Salmos
50:10-11) y tanto al hombre como al animal Él los conserva (Salmos 36:6). La persona justa hace exactamente lo mismo,
cuida de sus animales (Proverbios 12:10, Lucas 14:5).
Breve meditación con animales
Leamos la siguiente cita del libro de
proverbios:
Proverbios 30:24-28
24 Cuatro cosas son
de las más pequeñas de la tierra, Y las mismas son más sabias que los sabios: 25
Las hormigas, pueblo no fuerte, Y en el verano preparan su comida; 26 Los
conejos, pueblo nada esforzado, Y ponen su casa en la piedra; 27 Las langostas,
que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas; 28 La araña que atrapas con la
mano, Y está en palacios de rey.
En este fragmento bíblico podemos hacer un
paralelismo con 1 Corintios 1:26-28: “26
Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la
carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; 27 sino que lo necio del mundo
escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios,
para avergonzar a lo fuerte; 28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió
Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es.”
Mas allá de las limitaciones de estos
pequeños animales e insectos podemos ver actitudes que podemos desarrollar en
Cristo:
La Palabra nos anima a ser… :
…como hormigas: quizá no seamos fuertes, pero podemos ser previsores, combatir la pereza
(Proverbios 6:6-8), y permanecer en sabiduría con nuestras actitudes, tener la
actitud correcta con sagacidad. A pesar de la ausencia o falta de fuerza
podemos ser esforzados (Josué 1:7) para lograr verdaderas cosas de acuerdo a
nuestra identidad en Cristo (2º Timoteo 2:1), porque Él es nuestra fuerza. La
diligencia debe caracterizarnos más alla de nuestras limitaciones humanas (2º
Pedro 1:10, 1º Timoteo 4:15-16). La Biblia nos enseña a ser diligentes,
precavidos e inteligentes porque caso contrario nos alcanzará la necesidad (Proverbios 30:10-11: Un poco de sueño, un poco
de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu
necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado).
…como conejos, que a pesar de no ser vigorosos, de tener poca fuerza, tienen la
capacidad de buscar refugio, de proporcionarse un amparo en las rocas. Un
animal pequeño, indefenso y débil pueden prepararse y proveerse un resguardo y
una protección acudiendo a la roca (Salmos 18:31, mateo 7:24-27). Así nosotros
debemos acudir a la roca y proporcionarnos el único refugio que a pesar de
nuestras debilidades podemos obtener con seguridad. La roca y refugio es
Cristo.
…como las langostas debemos ser ordenados, trabajar ese orden en conjunto
como un pueblo capacitado en la vida corporativa y en comunidad (Romanos
12:4-5). Las langostas tienen la capacidad de proceder ordenadamente sin rey,
imagínense nosotros con el Rey de Reyes, deberíamos poder lograr grandes cosas
como un cuerpo desarrollado, en las cuales sus miembros trabajan necesitándose
los unos a los otros de acuerdo a la
función de cada uno (Efesios 4:16). Tenemos la comunión de un pueblo que tiene
al Rey y Señor Jesucristo. Vivimos en unión y cooperación como pueblo santo
apartado para Dios, y esta es una característica primordial.
…cómo las arañas (lagartijas) debemos saber que a pesar de nuestras
incapacidades (son fáciles de atrapar) podemos permanecer en el palacio del
Rey. Las arañas son fáciles de atrapar con la mano, son pequeñas, casi sin
importancia, y están en las esquinas mas invisibles, pero a pesar de esto, pueden
permanecer con perseverancia y adaptarse en el entorno menos pensado. La araña
puede, a pesar de ser tan pequeñas y caber en una mano, habitar con audacia en un
palacio, o donde sea que quiera desarrollarse, sin importar las condiciones del
entorno para cumplir con su misión (1º Corintios 9:20-24).
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Quiero que podamos con
este artículo conocer y entender que nuestra relación con el entorno creativo
de Dios es para disfrutarlo con intensidad y sensibilidad. Los animales que
Dios creó son parte de una totalidad y “a Dios le agrada que estén y que
existan”. Ellos tienen un propósito definido junto con todo lo que fue creado a
lo largo de seis increíbles días de excelente diseño. La Biblia sólo nos acerca
solo un poco al objetivo por lo cual fueron creados, pero una cosa tenemos por
seguro, si Dios los cuida y los dejó juntos con nosotros es porque quiere que los
disfrutemos.
Publicado originalmente el 3 de Junio de 2019
© Carlos Samuel Mansilla
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